La iglesia de Lagartóns, aunque reformada, mantiene el perímetro de la obra románica. La cabecera cuadrangular probablemente tenía bóveda de cañón apuntado, similar a la de Santa Mariña de Barcala, desaparecida. Sin embargo, conserva la ventana central y el arco triunfal apuntado. En uno de los capiteles, de difícil interpretación, aparece un hombre con un puñal en una mano mientras que con la otra sostiene una serpiente. De la nave original, también rehecha, se conserva la portada norte.
La iglesia de Lagartóns pertenece al grupo de templos en los que se mezcla una concepción espacial y simbólica plenamente románica con las nuevas soluciones arquitectónicas ojivales propias del s. XIII.
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