El canónigo López Ferreiro, redescubridor de la tumba del apóstol en 1879, nos cuenta que esta iglesia perteneció a principios del s. XII a la reina doña Urraca.
Sigue la tipología de templos con ábside rectangular, siendo uno de los más completos de la comarca.
La nave conserva las tres puertas originales, una de las cuales está tapiada. Exteriormente, en el ábside, destaca por su decoración la ventana central. En los laterales, las dos semicolumnas curvas actúan como contrafuertes y contrarrestan la presión que ejerce desde el interior el arco apuntado que refuerza las bóvedas de piedra.
En los remates de la nave y del ábside, respectivamente, tiene una laboriosa cruz entrelazada y un bello Agnus Dei.
Esta páxina web utiliza cookies para mellorar a súa experiencia de navegación. Máis información sobre como usamos as cookies e de que maneira pode cambiar a súa configuración